como un pez dorado
Dicen que los peces dorados tienen una memoria de 3 segundos. Quizá no sea del todo cierto, pero a veces suena maravillosa la oportunidad de que con sólo parpadear, todo parezca nuevo, magnífico, único. Como la primera vez que lo descubrimos.
Por que la memoria, aunque es la única manera de aprender y de revivir, también es una carga pesada, a veces nos va transformando en seres que incluso en ocasiones nos cuesta trabajo reconocer. Las experiencias malas nos hacen perder la fe y nos vuelven mas cautos, pesimistas y racionales. Claro si fueramos peces, nos salvarían de los depredadores Pero que grandiosa es la libertad de zambullirte con impulso aún en las fauces de un tiburón.