Thursday, March 01, 2007

Amores Perros





En memoria de Odin

Once años, once meses, once días y cerca de once horas. Fue el tiempo que Odín apropió con su presencia un espacio difícil de llenar, aunque también difícil de entender.
Me atrevería a decir que fue feliz. Increíblemente inteligente y con un mal carácter inversamente proporcional a su descomunal tamaño de chihuahueño sobredesarrollado.

Gustaba de la comida gourmet y de sazón internacional: paella, arroz griego y chino, disfrutaba de su riguroso baño diario de sol. Era un ser totalmente dependiente, chantajista emocional, egocentrista y manipulador. (Dicen que todo se parece a su dueño... sera?).

Odín me da la certeza de que el amor es extraño, especialmente un cariño tan difícil de describir, un amor hacia un ser que no puedo decir que fuese recíproco. Totalmente irracional: un ser chiquitín, molesto, orejón, latoso, mordelón, delicado, maricón, y para nada ganador de un concurso de belleza.

Aún así después de todo, lo extraño, La casa se siente extrañamente vacía, aún a veces llego esperando encontrarlo en la puerta recibiéndome agitando su colita y con su cara de reproche, extraño la manera en que se trepaba a mi maleta y se ponía a aullar cada que salía de viaje, extraño su expresión de total incomprensión, sus reclamos de cariño, sus lloriqueos maricones, y su calorcito en mi regazo.



Cursi... lo sé no puedo evitarlo.

No comments: