Aferrados...
pero desgraciadamente me he dado cuenta que hay una tendencia a aferrarse a cosas que no siempre nos hacen bien.
Todos tenemos nuestros vicios. Nuestras drogas y nuestros extásis: el cigarro, las dietas, las relaciones tormentosas, los sentimientos de culpa, las pensamientos de auto victimización. A veces nuestros peores enemigos somos nosotros mismos.
Aquellas personas que recurrentemente se ven (o nos vemos) envueltas en una situación que les hace daño debemos ponernos a pensar que cosa estamos repitiendo, que patrones de nuestra conducta elegimos volver a hacer y por que? Somos en el fondo adictos a la autocompasión, al dolor, a la frustración? Heavy!!!! Sería muy fácil culpar al destino, clamar como Edipo y sacarnos los ojos de esta tragedia griega que es la vida. Pero las respuestas correctas suelen ser las más simples. ¿Acaso nos estamos saboteando?
Que horror sueno a libro de autoayuda!!!! El caso no es decirnos a nosotros mismos que somos el ser más maravilloso del mundo, si no todo lo contrario, cuidarnos por que dormimos a diario con el enemigo.... hay que estar alerta. Yo por lo pronto trabajaré con mis vicios comunes: el trabajo, el chocolate y todo aquello que pone mi cerebro a trabajar a marchas forzadas.